El comercial, responsable de la reputación de la empresa

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La reputación es un concepto tan subjetivo como la percepción que se tiene de nuestra marca desde el exterior. Se le debe otorgar la importancia que merece, ya que ejerce una gran influencia en nuestros clientes potenciales, a la hora de decidirse a contratar nuestros productos o servicios. Cuando la empresa empieza a crecer y ya no podemos tener un control absoluto sobre todas nuestras acciones, ni atender personalmente a todos los clientes, el mantenimiento de una buena reputación recae sobre el comercial, que será en todo momento embajador del “espíritu” empresarial que se le haya transmitido.

Para poder trabajar la reputación a fondo y lograr que sea óptima, es básico tener bien definidos cuáles son los atributos y ventajas que posee la empresa ante otras de su mismo sector e impregnar con ello a nuestros comerciales. Una sólida reputación actuará, sin duda, como un arma en situaciones de crisis, por ejemplo. Confianza, admiración, emoción… Son cualidades abstractas pero indispensables que los comerciales deben contagiar a los clientes, y que previamente tienen que haber “respirado” en la empresa. Si los agentes de ventas no reflejan la filosofía y los valores corporativos, la reputación correrá serios riesgos que, en algunas ocasiones, son difíciles de detectar, pero que pueden traducirse en pérdidas.

Tradicionalmente, se ha aplicado el sistema de comisiones para incentivar a los comerciales a vender más. Sin embargo, este modelo puede ser contraproducente para la reputación de la empresa ya que, bajo presión, el vendedor puede optar por utilizar técnicas que no van a favor de nuestros objetivos. Tampoco debemos olvidar que no solo los comerciales son la cara de la empresa, sino cualquiera de los empleados.

ForceManager es una herramienta especialmente pensada para facilitar el trabajo de los comerciales, con un software altamente funcional que permite optimizar su tiempo y crear una base de datos completa de todos los clientes. Trabajar motivados es el primer paso para construir y transmitir una buena reputación, ya que será una actitud que surgirá de forma natural.